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Edersa comenzó a retirar medidores del barrio Obrero donde las facturas superaron los 100 mil pesos
Los vecinos indicaron que son impagables, y que habían solicitado tiempo pero ayer por la mañana la empresa comenzó a retirar los medidores.
Los vecinos del Barrio Obrero de Cipolletti denuncian que les están llegando facturas de luz con exorbitantes valores, superando ampliamente los 100 mil pesos. Esta situación se ha vuelto insostenible para las familias locales, quienes no cuentan con los recursos necesarios para afrontar semejante carga económica.
Según relató un referente del barrio, la empresa de energía EDERSA ha iniciado un retiro de los medidores de luz en varias manzanas del barrio. Esto ha causado gran preocupación, ya que había un acuerdo previo de que no se tomarían medidas hasta que todas las manzanas estuvieran legalmente conectadas a la red eléctrica. Sin embargo, este acuerdo se ha visto incumplido y los vecinos están sufriendo las consecuencias.
"Siempre la culpa la tiene el pueblo", lamentó el referente del barrio. "Nos dicen que gastamos demasiado, que somos electrodependientes y que no sabemos consumir electricidad, pero la realidad es que nos cobran las facturas sin tener en cuenta nuestras circunstancias.
Hemos presentado pruebas y reclamaciones ante el EPRE, incluso dejamos una casa sin conexión eléctrica como experimento, y aún así llegaron facturas de hasta 40 mil pesos. Hay fallas en el sistema y hasta que estas no sean atendidas, no pueden pedir compromisos a los vecinos", expresó.
La situación es aún más preocupante debido a la falta de recursos económicos de las familias residentes en el barrio Obrero. Muchos de ellos no pueden permitirse pagar una factura de luz de 180 mil pesos, ya que esto significaría privarse de necesidades básicas como alimentos. Ante la imposibilidad de hacer frente a estos gastos, los vecinos recurren a reconexiones ilegales de electricidad como una medida desesperada para poder sobrevivir.
Esta problemática no se limita solamente al barrio Obrero, sino que se extiende a otros sectores de la ciudad. La falta de recursos y la incapacidad de pagar facturas desorbitantes afecta a muchos hogares, generando una situación de riesgo para la comunidad en su conjunto.
